Q u i e n e s S o m o s

La Fundación Compromiso Verde, es una organización no gubernamental de carácter ambiental y sin ánimo de lucro, que pretende apoyar y cooperar en programas ecológicos que sean de iniciativa publica o privada, para la conservación y preservación de los recursos naturales, especialmente los recursos hídricos.

M i s i ó n

La Fundación Compromiso Verde, Motiva la protección y el cuidado del medio ambiente, fomentando el uso sostenible de los recursos naturales, promoviendo la participación ciudadana en el control, vigilancia, investigación, educación y la conservación, dentro de un marco de cooperación con múltiples actores, con el fin de alcanzar una conservación integral y un crecimiento económico sostenible.

V i s i ó n

Proyectar la Fundación Compromiso Verde como líder en conservación e investigación de recursos hídricos, apoyando la labor del Gobierno Local y Nacional. Esta acción debe estar acompañada de una amplia participación de la sociedad en general y la empresa privada, actuando con gran responsabilidad social; gestión que llevará a la sostenibilidad de los recursos ambientales para las futuras generaciones.

Viva la Bici



Día Sin Carro Gran Bicicletada con Bici sin CO2


Hora
jueves, 03 de febrero · 6:30 - 19:30
Lugar Punto de Encuentro: Carrera 11 Calle 100 hasta la plaza de Bolivar. Bogotá D.C.

Manifiesto

"La utilización de la bicicleta como medio de transporte contribuye a mejorar la calidad de vida, es saludable y tiene numerosas ventajas tanto para la persona como para la sociedad:

La bicicleta es un vehículo silencioso, limpio, sano, asequible y sostenible.
Es buena para el medio ambiente, para tu salud y para tu economía.
Ayuda a reducir la congestión en las ciudades y a hacer el tráfico más seguro y fluido.
Mejora la cohesión social y permite mayor independencia y libertad.
Precisa poco espacio de estacionamiento y mejora la calidad de los espacios públicos.
Es un vehículo de movilidad muy eficaz para distancias medias y cortas.
Aumenta las oportunidades de ocio, deporte y turismo.
Mejora la salud física y mental: pedalear 30 minutos al día reduce el riesgo de infarto, combate la obesidad y es un eficaz anti-estrés.
Para ello reivindicamos:

SEGURIDAD, queremos circular por espacios seguros, disfrutando del trayecto, a través de una red de itinerarios ciclistas urbanos e interurbanos.
RESPETO, queremos convivir con el resto de medios de transporte sin entrar en conflicto.
PROMOCIÓN, queremos fomentar y que se fomente un medio de transporte alternativo y ecológico, que ya funciona en muchos países de todo el mundo, impulsando políticas y campañas que favorezcan el uso de la bicicleta.
EDUCACIÓN, es necesario desarrollar programas de formación e información, basados en el conocimiento y cumplimiento de las normas de seguridad vial.
ACCIÓN, confiamos en que la actitud individual de cada uno de nosotros es vital para conseguir estos objetivos.
PLANIFICACIÓN, hay que diseñar planes de movilidad a largo plazo, con previsión económica de la gestión y mantenimiento de las infraestructuras que se van creando. Esto requiere una apuesta política clara."

Mejor Con Bici

Caminatas Ecológicas


Buscamos fomentar la protección de los Recursos Hìdricos de nuestra ciudad, es por eso que nos unimos a la Caminata de sensibilizaciòn por la quebrada las Delicias, organizada por la ONG Conservación Internacional, entidad que acompaña el proyecto de recuperación de las quebradas de Chapinero.


Día: Domingo 26 de septiembre · 8:30 am a 11:30 am

Punto de Encuentro Calle 62 # 5 esquina Cafe Oma

Recomendaciones

Usar bloqueador solar, llevar ropa cómoda impermeable y abrigada por si llueve, botas o tenis con buen agarre, refrigerio, bebida hidratante, bolsa para basura, carné de la EPS.


Mas información

Tomas Peña
celular: 312 440 0577

Ver las Fotos de las caminatas

A botar las pilas sin contaminar; el 20% cae en fuentes de agua o va a basureros a cielo abierto




Foto: Javier Silva / EL TIEMPO

Los puntos instalados acumularán las pilas usadas y luego se destruirán, costos que serán asumidos por los fabricantes e importadores. Son 120 lugares de almacenamiento, en todo el país.


En Bogotá se instalaron los primeros puntos de recolección de baterías usadas. La idea es que la ciudadanía las arroje allí para que no se vuelvan un peligro para el medio ambiente.


Productores e importadores deberán recoger 8 millones antes del 2012.

A esas pilas gastadas que usamos para encender un juguete, la cámara digital o incluso un radio, y que usualmente botamos a la basura sin pensar que son altamente contaminantes, ya les podemos dar un mejor destino.

Después de tres años de conversaciones, los fabricantes y los importadores de estas baterías, con el aval del Ministerio del Medio Ambiente y de la Cámara de Electrodomésticos de la Andi, implementaron una estrategia para recoger las que no sirven y luego desecharlas sin afectar el medio ambiente.

Bogotá es pionera en la aplicación de esta resolución. En la ciudad ya funcionan dos puntos de recolección: están en los centros comerciales Hayuelos (calle 20 # 82-52) y Palatino (carrera 7 con calle 140).

Desde agosto habrá 8 más, tanto en la capital como en Manizales y Medellín.

Y en diciembre del 2011, funcionarán 120 lugares de almacenamiento (también en San Andrés), porque en ese año, fabricantes e importadores deberán recoger 8 millones de pilas.

Ese número tendrá que subir a 20 millones en el 2016 y a 90 millones en el 2021.

Estas cifras no son opcionales y deberán cumplirse obligatoriamente.

Anualmente, en Colombia se consumen 200 millones de pilas, que generan 11 mil toneladas de residuos. El 80 por ciento va a parar a rellenos sanitarios y el 20 por ciento a botaderos a cielo abierto, ríos o quebradas.

El riesgo es que estas baterías contienen zinc, cadmio, níquel, plomo y mercurio y, si su fabricación no es idónea (muchas llegan de contrabando al mercado y no cumplen con las reglas sanitarias), esos elementos químicos pueden entrar en contacto con el medio.

Unas pocas gotas de esas sustancias pueden contaminar millones de litros de agua. De ahí que su destrucción sea urgente cuando la vida útil de la pila termina.

"La ciudadanía ya no tiene excusa para no deshacerse correctamente de las pilas. Esto incluye un cambio de conciencia en el sentido de que no toda la basura que generamos nos la tienen que recoger en la puerta de la casa. También tenemos que contribuir, como sucede en Europa, clasificándola y llevándola a un punto donde puede ser tratada correctamente y luego destruida", dijo el ministro de Medio Ambiente, Carlos Costa.

Se recogen otros contaminantes

Colombia es un referente en América por sus programas de posconsumo. Como la resolución que obliga a instalar puntos de recolección para destruir pilas, existen otras que se aplican indefinidamente para bajar la contaminación de:

Envases de plaguicidas: se han recolectado 2.377 toneladas por fabricantes e importadores.

Medicamentos vencidos: funciona en Bogotá y Medellín. Se han recogido1.523 kilogramos de drogas médicas.

Bombillas, computadores baterías de carros: habrá planes de recolección a partir de agosto y septiembre de este año.

JAVIER SILVA HERRERA
REDACCIÓN VIDA DE HOY

Lanzarán estrategia para que los bogotanos cultiven más de 200 mil plantas en los cerros orientales


Foto: Archivo / EL TIEMPO

En los cerros orientales arrojarán semillas de especies como los robles. que el Jardín Botánico alista, con técnica japonesa, para que crezcan.

Con 'Planta tu huella' buscan comprometer a los capitalinos para que el 12 de octubre se arrojen a las montañas las semillas, disparadas desde helicópteros.

En Bogotá se iniciará este miércoles una de las campañas de arborización más grandes de los últimos tiempos, que llevará a una movilización ciudadana, con un solo fin: sembrar un millón de árboles nativos en los cerros orientales para restaurarlos, y lograr que los bogotanos cultiven más de 200.000 plantas para que la capital colombiana sea la ciudad más verde del país o, al menos, más verde de lo que es hoy.

Esta movilización comenzará el próximo miércoles, cuando la Corporación Ambiental Empresarial (CAEM), filial de la Cámara de Comercio de Bogotá, y el Distrito, encabezado por el alcalde, Samuel Moreno, lanzarán la campaña 'Planta tu huella', que invitará a los ciudadanos - a través de cuñas publicitarias, carteles, vallas, recibos del Acueducto y nuevas redes sociales como Facebook- a comprometerse -con firma y huella- en el cultivo y el cuidado de los árboles de la ciudad.

Para ello, los organizadores diseñaron una megavalla que, estará, inicialmente, en la Alcaldía Mayor. Esta, después rotará por las alcaldías locales, para que en ella o en actas, los ciudadanos pongan su huella y firmen el compromiso de contribuir a la conservación del agua y la naturaleza.

Esta estrategia se extenderá hasta octubre.

Mientras tanto, los científicos y los investigadores del Jardín Botánico alistan el millón de semillas de especies nativas - como robles, cucharos, alisos, eugenias y magnolias- que serán lanzadas en los cerros orientales, el próximo 12 de octubre, desde los helicópteros de la Policía Nacional.

Para que estas semillas germinen, el director del Jardín Botánico, Herman Martínez,explicó que, desde hace cuatro meses, los científicos vienen ensayando una técnica japonesa, llamada nendo dango, que emplea arcilla, enriquecida con nutrientes y proteínas criollas, a la que le mezclan las semillas, agua y forman una esfera o cápsula para que pueda ser disparada, desde los helicópteros.

Agregó que esa preparación del millón de semillas será enseñada, igualmente, a los estudiantes del sexto al noveno grado de secundaria en más de 200 colegios, para que se encarguen, a suvez, de alistar las cápsulas que se lanzarán, el 12 de octubre, en los cerros orientales.

Usted puede firmar y dejar su huella para la historia

1. El miércoles, el Distrito y la Cámara de Comercio de Bogotá tendrán listas las actas de compromiso, donde los interesados en sembrar un árbol, podrán firmar y dejar la huella. Los puntos donde estarán esas actas las informarán ese día. Luego, en un acto previsto para el 12 ó el 20 de octubre, en la plaza de Bolívar, a cada firmante le darán una planta.

2. En el acta, los bogotanos se comprometen a respetar la vida, en toda su diversidad, a conservar las fuentes de agua, a que la capital pueda ser la ciudad más verde del país. Además, que moverán 'cielo y tierra' para que, como un gesto de retribución a la ciudad, se siembren más de un millón de árboles, como un legado para la generación futura de Bogotá.

3. La movilización incluye también a universidades y colegios. La campaña invita a que haya por lo menos tres millones de voluntarios para que participen en este proyecto colectivo de urbanización, que se considera es el mayor en 200 años, a propósito del bicentenario. Además, los niños, de 200 planteles, inicialmente, ayudarán a la siembra de plantas.

Un árbol por 7 bogotanos

Bogotá tiene alrededor de 2'200.000 árboles, de los cuales 1'200.000 están en el espacio público, según el Jardín Botánico.

Sin embargo, cada año por lo menos 5.000 de esas especies presentan problemas de 'salud', por plagas o vejez, y tienen un alto riesgo de caída.

Por si fuera poco, al año se vienen talando unos 1.200 árboles, reconoce el Jardín.

De ahí que la proporción de árboles que le quedan a ciudad, en comparación con su población, resulta baja.

Según la Corporación Ambiental Empresarial (Caem), la relación es de que hay un árbol por cada siete bogotanos, mientras que en Curitiba (Brasil) esa proporción es de 52 por habitante, o en Madrid que es de 14.

Todo eso sucede, a pesar de que un árbol en Bogotá crece nueve veces más rápido que uno sembrado en Estocolmo, Otawa o Helsinki, y tres veces más rápido que en Chile, sostuvo la Caem.

La falta de árboles o su deforestación, tiene efectos en el suelo. En el caso de los cerros orientales -dijo el director del Jardín Botánico, Herman Martínez-, sus consecuencias han comenzado a observarse: "cuando llueve, como no hay suficientes ramas, troncos ni hojas -que detengan su caída, llegan directamente al suelo arrastrando la capa vegetal, erosionándola".

Este viernes se realizará el foro "Biodiversidad: tesoro en riesgo"


Una importante cumbre por la sostenibilidad ambiental del país tendrá lugar en Santa Marta el próximo 16 de julio. Las autoridades encargadas de su protección se reunirán a propósito del año mundial de la biodiversidad para plantear los principales derroteros para que Colombia continúe siendo uno de los países más ricos ambientalmente del planeta.

Como invitado internacional estará Andrés Perello, Eurodiputado miembro de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria del parlamento de ese continente que está trabajando en la política europea de biodiversidad y fue uno de los delegados de la UE a la Cumbre de Copenhague.

En el foro participarán también Julio César Turbay, Contralor General de la República; Francisco Arias, director de Invemar; Jerónimo Rodríguez, director de política del Instituto Alexander Von Humboldt; John Bejarano, director del fondo Biocomercio, Katherine Garzón, gerente de Biotechnova, entre otros invitados.

La ausencia de un inventario de las especies, la dificultad de saber su estado de conservación y la falta de un sistema que permita hacerle seguimiento a los recursos del Estado que se invierten en la materia serán parte de los temas del debate. Además, representantes del sector empresarial hablarán de la importancia de impulsar el uso sostenible de la biodiversidad y de promover el crecimiento de los negocios verdes.

En el encuentro, la Contraloría General de la República presentará el sistema Otus, un mecanismo de seguimiento a la inversión pública en materia ambiental. Sobre ese tema, la entidad ha señalado que hace falta que los recursos que se destinan a proteger el medio ambiente logren mejores resultados. También es necesario generar proyectos específicos orientados a la restauración de la biodiversidad pues las cifras de deforestación y de especies amenazadas hacen ver que la política no está funcionando.

“Sí el número de especies declaradas como amenazadas según las categorías nacionales son 909, y las corporaciones reportan como amenazadas 701, de las cuales tan sólo se cuenta con 93 planes de conservación, podemos concluir que las autoridades ambientales están atendiendo el 10 por ciento de la problemática de las especies amenazadas”, señaló Julio César Turbay, contralor general.

Colombia, país megadiverso

A pesar de que, como señala el instituto Alexander Von Humboldt, en Colombia no sabemos con exactitud el número de especies y la población que habita el territorio. Somos siete veces más pequeños que Brasil pero Colombia tiene 41.000 especies de plantas, frente a las 53.000 especies que tiene Brasil, lo que representa el 20 por ciento de las plantas del mundo.

- Colombia es considerada como la cuarta nación en Biodiversidad mundial.

- Primero en Biodiversidad a nivel de Anfibios, con cerca de 698 a 733 especies.

- Primero en Biodiversidad de Aves con alrededor de 1.865 especies.

- Segundo en Biodiversidad de Plantas con 41.000 especies.

- Tercero en Reptiles con 524 especies.

- Quinto en Mamíferos con 471 especies.

- Tenemos 150 especies de coral.

- 155 colibríes hacen a Colombia el país número uno en esta especie

- Ocupamos el primer lugar en mariposas en el mundo con 3.019 especies.

- En Colombia un árbol crece tres veces más rápido que en Chile y nueve veces más rápido que en Canadá, lo que nos convierte en una riqueza forestal potencial.

- Tenemos la única montaña nevada al pie del océano, la Sierra Nevada de Santa Marta.

- 80 grupos indígenas enriquecen nuestra gran diversidad cultural.

- Dos de los hitos de la prehistoria en Latinoamérica están en Colombia: la Ciudad Perdida y San Agustín.

Si desea ver la transmisión en vivo de este evento, puede hacerlo ingresando a www.semana.com.

Para obtener mayor información y realizar inscripciones puede comunicarse al (1) 3276888 o escribir al correo foros@semana.com.

Quebrada La Vieja, un oasis en medio de la ciudad


20 quebradas de Chapinero serán recuperadas siguiendo el modelo de La Vieja

Foto: Archivo particular

La quebrada La Vieja, ubicada en el barrio Rosales fue recuperada hace 24 años por iniciativa de los vecinos que formaron Aquavieja.

La iniciativa liderada por Corposéptima con el apoyo de la alcaldía local, quedó incluida dentro del Plan de Desarrollo Local con un presupuesto de 2.400 millones de pesos.

Quebrada La Vieja, un oasis en medio de la ciudad
Recorrido por la quebrada La Vieja
Las quebradas se alejaron de los bogotanos para hacer parte de un proceso de urbanización que las desconoció y que produjo deforestación, contaminación -por los vertimentos de aguas negras, basuras y escombros-, la apropiación de sus rondas que alteró la fauna y flora y llevó a una pérdida de la biodiversidad.

Cerca de 20 quebradas, Las Delicias, Rosales, Chicó, entre otras, que componen el sistema hídrico de la localidad no escapan a esta realidad. De hecho la única que se salva es la quebrada La Vieja cuya recuperación se llevó a cabo en 1984 por iniciativa de los vecinos del barrio Las Acacias. Hoy en día este lugar es un punto de partida para aquellos que quieren conocer la montaña y al mismo tiempo es un modelo que se quiere replicar en otras quebradas de Chapinero.

Esta es una iniciativa liderada por Corposéptima. Fue presentada en la Comisión Ambiental Local y en los Encuentros Ciudadanos y obtuvo una de las más altas votaciones (41) para ser priorizada dentro del Plan de Desarrollo Local. Además cuenta con todo el apoyo de la alcaldía.

El proyecto parte de un principio: todo lo que se haga en este territorio impactará positiva o negativamente la región ya que hace parte de Chingaza, el Sumapaz y la cuenca del río Bogotá.

Por eso tiene varios objetivos: restaurar ecológica y ambientalmente las quebradas, sus rondas y áreas urbanas generando procesos de participación en las comunidades vecinas; rehabilitar las áreas deterioradas mediante la siembra de árboles nativos; crear espacio público a través de senderos urbanos y ecológicos; aumentar los metros cuadrados de áreas verdes por habitante; brindar una mayor accesibilidad a los cerros orientales -articulando el proyecto de 'camino de los cerros'- y permitir su disfrute. Un proyecto de alto impacto que busca mejorar la calidad de vida no solo de los chapinerunos sino de todos los bogotanos.

Si quiere conocer más el proyecto puede ingresar a: www.corposeptima.blogspot.com

Ambientalismo productivo

El valor de la basura


Por: Mariana Suárez Rueda - El Espectador

En este horno de metal, que requirió una inversión de más de $1.000 millones, se incineran todas las semanas residuos peligrosos. Foto: Herminso Ruiz - El Espectador

Cada semana se producen en las universidades más grandes del país cerca de 20.000 kilos de basura. En las canecas se ve de todo: comida, papeles, tubos de laboratorio, agujas, rollos de fotografía, pasto y hasta material biológico de seres humanos y animales. La cantidad de desechos es tan alta que se asemeja a la que producen municipios como Guasca, Moniquirá o Chía.

Durante años los grandes basureros han tenido que almacenar estos residuos hasta que se pudran, sus olores se evaporen o sean sepultados debajo de nuevas montañas de desechos. Sin embargo, la gran mayoría pudo haberse reciclado para no contaminar más el planeta.

Preocupado por esta situación y consciente de la necesidad de implementar un sistema de manejo de residuos que permita aprovechar la basura que producen las universidades, hace ocho años el entonces vicerrector de la sede de la Universidad Nacional en Bogotá, Gustavo Montañés, reunió profesores y expertos en temas ambientales para discutir el problema.

Después de varios meses se unió a la iniciativa Luis Hernando Blanco, químico y docente de esta institución, para liderar el proyecto. Luego de largos años de trabajo logró implementar un programa de reciclaje en la llamada ciudad universitaria de Bogotá, que se ha convertido en modelo para varias regiones e instituciones educativas del país y que el profesor Luis H, como le dicen por cariño sus alumnos y colegas, activará pronto en municipios de Arauca y Leticia.

El primer paso para consolidar esta iniciativa consistió en clasificar los residuos. Por un lado los peligrosos, que provienen de las facultades de medicina y veterinaria. Como el pelo, las cabezas de marrano —los estudiantes las utilizan para aprender a suturar— y los guantes de látex. Tres veces por semana un carrito de metal, creado por Jessica Nomesqui, una joven diseñadora industrial egresada de esta universidad, recolecta las bolsas rojas que contienen estos desechos, para trasladarlos a un gigantesco horno e incinerarlos.

Durante este proceso ni siquiera se ve el humo que sale de la chimenea, debido a la cantidad de filtros que tiene para no contaminar el aire. El profesor Luis H recuerda que el año en que decidió comprar ese horno tuvo que sobrepasar el presupuesto que le da la universidad y gastar más de $1.000 millones.

Pero valió la pena. Hoy, esos residuos, después de convertirse en ceniza, son transportados a las celdas de seguridad del botadero Doña Juana, en el sur de Bogotá, donde, en teoría, no representan ningún peligro. A estas misteriosas celdas —que no han podido conocer el profesor Luis H ni sus alumnos y que se convirtieron en un mito para los que visitan el basurero, pues nunca han logrado verlas— también son trasladados los desechos químicos.

Sales, ácidos y sustancias producidas en laboratorios y talleres de química, biología y bacteriología, entre otros, ya no son arrojados por las alcantarillas o sifones de los lavamanos, como sucedía en el pasado. Luis H inventó un mecanismo para tratarlos en un centro de acopio, en donde se trituran y revuelven con plástico hasta formar unas piedritas que se mezclan con cemento para fabricar bloques de ladrillo.

Dentro del campus también se procesan residuos biodegradables, que son los que más se producen, y están compuestos en su mayoría por sobras de comida. Éstos son almacenados en un carrito con forma de tanque, luego trasladados a una máquina que los tritura y finalmente expuestos al aire libre durante tres meses hasta que se convierten en abono orgánico.

Sin embargo, “hay un desecho que no hemos podido tratar y son los cunchos de café”, explica Jessica Nomesqui. “Para solucionar este inconveniente estamos haciendo un experimento con lombrices californianas. Cada cierto tiempo les echamos el café y buscamos que con el tiempo se logre sacar humus (abono)”.

Otros ejemplos

Los resultados positivos que arrojó este sistema de manejo de residuos, que permite reciclar el 70% de los desechos, motivaron a otras instituciones educativas del país a seguir su ejemplo. La Universidad Javeriana, la Distrital y la Piloto entre otras, ya implementaron un Plan de Gestión Ambiental.

La Javeriana realizó hace poco un estudio en el que se evidencian los vacíos que existen en el manejo de la basura del campus. La disposición inadecuada de productos químicos y residuos sólidos, como los hospitalarios y de construcción; la falta de educación sobre el reciclaje y el poco control de la contaminación auditiva producida por los extractores de aire son tan sólo algunas de las falencias que encontró Carolina Vargas, estudiante de Ecología y responsable de la investigación.

Por su parte, la Universidad de la Sabana ha distribuido canecas de colores a lo largo y ancho de los edificios y jardines. Estudiantes, profesores y personal administrativo conocen de memoria en dónde deben arrojar sus desechos, dependiendo si son o no reciclables, si provienen de las facultades de medicina o de los laboratorios.

Además, como no hay alcantarillado en donde está ubicada la institución en Chía, tuvieron que construir tres plantas de tratamiento para procesar el agua que sale de los baños y luego arrojarla al río Bogotá, con un 80% de pureza. Helbert Tarazona, director administrativo y coordinador del sistema de manejo de residuos, sostiene que estas acciones “buscan que nos convirtamos en una gota del mundo que no contamina”.

Entre tanto, autoridades de la isla de San Andrés y de instituciones como la Universidad Sergio Arboleda y algunos colegios de las principales ciudades del país están organizando conferencias, en las que el profesor Luis H y sus alumnos expondrán su programa de reciclaje.

Entusiasmado por la idea, este veterano profesor de química confiesa que guarda la esperanza de lograr extrapolar este sistema por todo el país y contribuir con un granito de arena en la cruzada mundial por la preservación del medio ambiente.

Cómo manejar la basura reciclable

Este tipo de residuos son los que se descomponen fácilmente y pueden volver a ser utilizados en procesos productivos como materia prima. Entre éstos se encuentran el papel, el cartón, los plásticos, la chatarra, el vidrio y las telas.

En las diferentes ciudades del país hay asociaciones de recicladores que se encargan de recolectarlos, clasificarlos y luego venderlos a empresas que realizan procesos especializados para reutilizar estos desechos. La Universidad Nacional, por ejemplo, entrega sus residuos, ya clasificados, a la Asociación de Recicladores de Bogotá.

Para un manejo adecuado de estos residuos es necesario separarlos de los infecciosos y biodegradables guardándolos en bolsas o canecas de color gris con un rótulo que diga Residuos No Peligrosos: Reciclables.

Estas canecas o bolsas tienen que tener manijas y llenarse sólo hasta el 80% de su capacidad, de tal forma que sea fácil su manipulación.
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